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La Vanguardia, Barcelona:
Primer cisma del siglo XXI
La jerarquia de la Iglesia católica ratifica su condena del sacerdocio de
las mujeres
ORIOL DOMINGO - 10/07/2005
Barcelona
El primer cisma del siglo XXI está relacionado con la ordenación sacerdotal
de mujeres. Cisma (schisma, en griego) significa desgarrón, fractura,
división.
La católica francesa Geneviève Beney (55 años, casada con un protestante,
sin hijos) fue ordenada sacerdote el pasado día 2 en Lyon por tres mujeres
obispos (una austríaca, una alemana, una sudafricana). Entre las 60 personas
asistentes había diez mujeres católicas catalanas.
Las tres mujeres obispo, a su vez, habían sido ordenadas hace tiempo como
sacerdotes por el obispo católico argentino Rómulo Antonio Brashi. Este
obispo, que el 29 de junio del 2002 ya confirió la ordenación sacerdotal a
siete mujeres católicas, es considerado cismático por la Santa Sede y ha
sido excomulgado.
En cuanto a la ceremonia de Lyon, Geneviève Beney ha explicado: "Nosotras
amamos la Iglesia. Es hora de que la Iglesia católica recupere su papel
profético contra la discriminación que sufrimos las mujeres. Nuestra
transgresión de mujeres ordenadas es legítima ya que es una cuestión de
dignidad humana. Uno de los medios de cambiar una ley injusta es violando
esta ley". Quienes comparten esta postura consideran que es "un gesto
profético de desobediencia para abrir caminos nuevos al futuro en la
Iglesia".
Esta desobediencia choca con la doctrina y la disciplina oficiales del
catolicismo. Así el arzobispo de Lyon, el joven y aperturista cardenal
Philippe Barbarin, pidió a Geneviève Benev que desistiese de este "acto
grave de ruptura" y lamentó esta "estrategia de provocación y desafio".
Barbarin ha ratificado el monitum,de 10 de julio del 2002, de la
Congregación para la Doctrina de la Fe, entonces presidida por el cardenal
Joseph Ratzinger, que condenó la ordenación de mujeres por el obispo Brashi.
El monitum decía: "La Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de
conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres. Este dictamen debe ser
considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia". Por ello
declaraba que aquella ordenación sacerdotal -y, por tanto, las que de manera
similar se pudieran realizar en el futuro-son "simulación de un sagramento,
inválida y nula, un grave delito contra la constitución divina de la
Iglesia, y una grave ofensa contra su unidad".
La Santa Sede, en definitiva, dejaba establecido el carácter cismático de
estas ordenaciones femeninas: "Las mujeres antes mencionadas se han hecho
ordenarpor un obispo cismático y, si bien no se adhieren formalmente a su
cisma, han entrado en complicidad con el cisma". Es el primer cisma que se
da en la Iglesia del siglo XXI. Tras la amonestación formal, la Santa Sede
dictó la excomunión, además de para el obispo cismático, para las mujeres
aparentemente ordenadas. La excomunión conlleva la prohibición de celebrar y
recibir los sagramentos y de ejercer cualquier función en oficios,
ministeterios o cargos eclesiásticos.
Pero el pulso continúa. El segundo congreso de mujeres católicas sacerdotes
de Europa y América se celebrará el próximo dia 25 en Toronto. Otro congreso
similar se celebrará en el mes de enero del próximo año en París.
Fuente: [
www.lavanguardia.es]